El hotel es un verdadero oasis en el

corazón de San Miguel de Allende. La arquitectura es impresionante y nos encantó el diseño de la habitación. Las camas son tan cómodas que parecía que estábamos durmiendo en nubes. Sin embargo, la calefacción no funcionó bien y hacía un poco de frío por las noches.

El ruido de la música fue molesto hasta la madrugada.

Una estancia memorable

El hotel es un verdadero refugio. Disfrutamos de exquisitas comidas, especialmente los chilaquiles que nos preparó Fabiola. Las mañanas en el patio con el café fresco fueron mágicas. No olviden preguntar por el desayuno especial, un deleite para los sentidos. ¡Definitivamente volveremos!

No olvides preguntar por el desayuno especial. es un auténtico placer y una excelente manera de comenzar el día en un ambiente acogedor.

El servicio del personal fue muy atento y cordial.

El ruido de la música del bar cercano fue excesivo, especialmente durante la noche. Nos resultó difícil dormir bien, ya que la música se escuchaba hasta altas horas de la madrugada. Además, el comedor no era muy cómodo para los huéspedes, ya que estaba un poco apretado y hacía que la experiencia fuera menos placentera.

Recomiendo para quienes buscan tranquilidad

La atención del personal es excepcional, especialmente de Fabiola, quien me preparó unos chilaquiles increíbles para el desayuno. Además, el ambiente es tan pacífico que me sentí como en un refugio, cada rincón está diseñado para relajar.

No fue barato, pero vale la pena.

La casa tiene un patio agradable y un bar donde puedes disfrutar con tranquilidad. Me sentí como en casa durante mis tres noches, y el personal fue muy atento. La ubicación me permitió explorar la catedral y los jardines a solo cinco minutos a pie, lo que fue muy conveniente. Disfruté del ambiente acogedor mientras degustaba un café por la mañana.

La entrada puede ser un poco difícil de encontrar y la música del bar cercano puede ser un inconveniente.

Tuve una experiencia maravillosa en Orchid House San Miguel De Allende. La arquitectura es encantadora y cada rincón tiene detalles únicos. La habitación era hermosa y cómodamente decorada, me sentí como en un refugio. Fabiola preparó unos chilaquiles que fueron el mejor desayuno que he probado, y el servicio del personal fue excepcional. Sin duda, regresaré.

El ruido exterior puede ser molesto.

El lugar es precioso con una arquitectura encantadora, cada rincón tiene detalles únicos que lo hacen especial. La decoración es un equilibrio perfecto entre lo colonial y lo moderno, como los hermosos candelabros y muebles artesanales. Las camas y almohadas de la suite superior eran increíblemente cómodas, parecía que dormíamos en nubes. Además, cada mañana disfrutamos de un delicioso desayuno en el área exterior, rodeados de un ambiente cálido y acogedor. La ubicación es inmejorable, a solo 5 minutos de la catedral y otros lugares de interés, lo que nos permitió disfrutar de un paseo por las calles de noche sin sentirnos inseguros.

El ruido de la discoteca cercana fue un gran inconveniente. hasta altas horas de la madrugada se escuchaba la música fuerte, lo que dificultaba el descanso. notamos que el comedor común era algo incómodo y apretado, lo que afectó nuestra experiencia. Aunque el hotel tuvo muchos puntos positivos, la falta de insonorización fue un aspecto que necesita atención.

Pazo moi acolledor, habitación espectacular cunha cama tan cómoda que parecía que dormía en nubes. Desayuno exquisito preparado con moito cariño. O persoal, sempre disposto a axudar e a facer sentir ben. Un lugar que invita ao relaxo e á tranquilidade.